Frutos rojos de Doñana: El sabor de la naturaleza
Hace más de dos décadas, Juan María Rodríguez Borrero emprendía un proyecto agrícola en Almonte, Huelva, la tierra que le vio nacer. Enmarcados en pleno Parque Nacional de Doñana, considerado la mayor reserva ecológica de Europa, los cultivos que impulsaba solo podían ser ecológicos, ya que “es la única forma de ser completamente respetuosos con el entorno”, afirma Rodríguez. Primero llegaron las fresas; después, las frambuesas, las moras y los arándanos; y más tarde, los higos y las granadas. Así, de manera progresiva, “consolidamos un equipo que aúna la sabiduría tradicional con la investigación más puntera; y justamente fue esa manera de hacer, junto con nuestra defensa de Doñana y nuestros valores sociales, lo que llamó la atención de Veritas, cuando nos conocimos en la Feria Biofach”.
Hoy, muchos años después, ambas compañías siguen colaborando y confiando la una en la otra: “Después de tanto tiempo, ya somos amigos y nos sigue uniendo la pasión por la naturaleza, la alimentación ecológica y la sostenibilidad social y medioambiental”.
Agricultura ecológica como medio y fin
En Flor de Doñana tienen claro que el manejo ecológico es un fin en sí mismo y la mejor receta para preservar la salud del suelo, el agua y la biodiversidad. Poseen las más importantes certificaciones sociales a nivel europeo y mundial, que acreditan su buen hacer, y practican la agricultura regenerativa, “en la que se busca una retroalimentación entre la fauna, la flora y las personas: los animales son parte del proceso de cultivo, sus excrementos sirven de abono y algunas especies se encargan de eliminar de manera natural las plagas”. .
La meta es conservar el preciado ecosistema de Doñana “para que nuestros hijos, nietos y siguientes generaciones puedan vivirlo y disfrutarlo”.
Punto de apoyo de la sociedad almonteña
La inmensa mayoría de sus trabajadores son de Almonte y fomentan la conciliación familiar, el principio de igualdad –con un 80% de mujeres en la plantilla– y las relaciones justas. Como recalca Juan María, “somos una empresa socialmente justa, uno de los motores económicos de la zona, y siempre estamos dispuestos a colaborar con asociaciones, residencias, centros de salud y el Ayuntamiento, cediendo producto para quienes lo necesitan”.
Objetivo 2022: Cero plásticos y gestión total del agua
Entre algunos de sus proyectos más relevantes están la optimización de la energía solar para reducir su huella de carbono y llegar a ser carbon neutral; su objetivo Freeplastick 2022, que implica que todos sus envases sean biodegradables y estén libres de plástico; y, dentro de su estricta política de ahorro de agua, la participación en LIFE 4Doñana, un proyecto sobre los beneficios ambientales, productivos y económicos de un nuevo sistema de riego a demanda mediante el que cada planta marcará la cantidad de agua que verdaderamente necesita.